miércoles, 7 de enero de 2009

Proyecto matinal

Ayer, comencé un nuevo proyecto. Más bien, debiera hablar de una ramificación más de ese proyecto vital que tengo. Éste es como un tronco bien gordo del que van saliendo ramas, cada una de ellas en un intento de seguir dando sentido a que el árbol siga creciendo, ramificándose, dando hojas y, por fin sus frutos. Mi deseo es que (y espero conseguirlo), los frutos no sean para mí, sino para quien recibe cada una de mis majaderías.

Para esta ocasión, busco la ilusión de aquel/la que lo recibe y, por extensión, la mía, al imaginarme su rostro y pensar que sirve para algo. He comenzado por la "M", pues siempre se hace por la "A" o por la "Z". Después de un inicio de año que me sigue deparando la misma vaina de siempre, necesitaba un aliciente que me haga seguir sonriendo. Así que pensé y me puse manos a la obra...

Algunos/as (porque va a llegar a mucha más gente), de los que siguen esta bitácora la habrán recibido o la recibirán. No se extrañen, porque las cosicas buenas pueden venir por cualquier motivo o desde cualquier lado...

3 comentarios:

Bellota dijo...

Seguro que el árbol crece fuerte y macizo

Bellota dijo...

Seguro que el árbol crece fuerte y macizo

closada dijo...

Pues no lo sé, quilla, porque éste es un árbol extraño, ya que, a pesar de ser pequeño (soy como un bonsai -chiquiticuate y concentrado, jejejeje-), asusta. Quizás, porque la gente no está acostumbrada a que alguien se preocupe por ramificar y ofrecer frutos, así, sin más...

Estos días, estoy pensando si hay que empezar a talar y, así, al menos, ser un árbol más en este bosque que cada vez entiendo menos.

Besotes