jueves, 6 de noviembre de 2008

Jara

Marchaba de mañanita sobre mi velocípedo cuando, a lo lejos, una muchacha me miraba y me sonreía. A medida que me acercaba, ella, sentada sobre su bici, seguía sonriéndome... así que, al pasar a su lado, levanté la mano, sonreí, y salude mientras me alejaba para seguir con mis recados.

Después de pedalear por unas calles, regresé hacia mi barrio. El azar, la casual causalidad, hizo que en la Plaza Paraíso, justito en el semáforo que hay en el centro, aquella muchacha quedase al ladito mismo de servidor y Boogaloo.

- "Hola. Volvemos a coincidir" - Dije mientras miraba a sus expresivos ojos.
- "Sí. ¿Te acuerdas de mí?" - Expresó, de repente, ante el asombro mi desconocimiento total.

Comenzó a contarme el momento en que nos presentaron, así que me enteré que, hace muchos años, cenamos, junto con Noemí y más gente, en un restaurante chino. Aquella situación regresó a mi mente en ese preciso momento, mas su rostro no lograba, si quiera, intentar acercarse a mi retina.

Su nombre es Jara. Nos despedimos con dos besos y la promesa de llamarnos... Parado, allá en Constitución, observaba como se alejaba pedaleando. "Que cosas más curiosas me pasan". Pensé... "Ya tengo una nueva entrada para mi Blog".

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