miércoles, 24 de septiembre de 2008

Desperté peludo... quizás, pelotudo

Hoy me he levantado y era una ardilla. Tenía la cola grande, muy grande, y así podía planear felizmente entre salto y salto. Salí a la calle y brinqué. Sentí el aire fresco de la mañana en mi rostro, sentí la libertad de movimientos que me permitía el haberme convertido en un ser cuasi volador.

Hacía ya unos días que no la veía. Bajé de las ramas y la saludé. Le ofrecí semejante beso que, cualquiera que por allí pasara, pensaría que éramos novios. Supongo que, al pensar eso, no se habrían percatado de que yo era una ardilla y ella, un ser humano.

Ayer, recibí unos regalos. Venían de allá del otro lado. Venían de lejos, pero yo los tenía bien cerquita. Siempre están dentro, muy dentro. Siempre están bombeando en mi pecho. Gracias.

ACTIVACIÓN * UNIFICACIÓN * RE-EVOLUCIÓN * TRANSFORMACIÓN

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