martes, 29 de julio de 2008

Viaje a Roma: Macerata - Montesilvano


Un banco a orillas del Pantano... ¡qué extraño!

Para relajar a la pobre Daniela, para que se le fueran los nervios adquiridos el día anterior, decidimos que realizaríamos una pequeña excursión al Lago di Fiastra, un pantano que se encuentra no muy lejano y convertido, con chiringuito y todo, en un emplazamiento de turismo dominguero.

La Luna, visionaria de sueños y vivencias, sobre el cielo de Macerata


Levanté al día siguiente con la vivencia de otro extraño sueño. Volvía a ser camarero en un restaurante del que no me quedó claro cual era su especialidad. De repente, aparecía Natalia Juan y nos presenta un proyecto que tiene entre manos. Con una mano a distancia, hace bajar parte de la “pared-puente” y, ante nuestros ojos, aparece una especie de inmenso mandala. Mi función será la de remarcar los contornos y darle color. Ese es el encargo que ella quiere hacerme. Cuando parte tengo mucha clientela, y las personas me increpan y piden más rapidez. Grito y pido comprensión. Acabo de empezar la jornada laboral y el salón está lleno…


Despierto. Era el día de la marcha de Daniela (y por tanto del pequeño Pibe), así que, después de desayunar, recogimos, limpiamos y reciclamos la basura. Antes de partir, aún nos dará tiempo de tomar un café con su bella profesora. ¡Ciao Macerata! Ha sido un placer caminar por sus calles.


Montesilvano es un sitio de costa. Comemos tarde y aprendo que allí no hay que “fregar los platos”, sino que hay que “hacer los platos”. Era el momento de empezar a aprender palabras y expresiones de ese extraño idioma.


En Italia hay playas públicas y privadas. La nuestra era de las segundas, con sombrilla, hamacas y utensilios infantiles para jugar con la arena.


Varios desvaríos lingüísticos fueron esputados por mi boca, y la linda niña de hermosos ojos nos pondrá un delicioso helado: veleno, bizcocho de la donna y crema antica. Fue el helado más bueno del mundo mundial… hasta que probé otro, jejejeje.


"Mi destino no lo elijo yo

Y el camino tampoco…

Aprendimos solamente a flotar,

Y a vivir como locos".


Por la noche, a Pescara de fiesta reggae-ragga-dancehall en la playa. Estuvimos Davide, Daniela y yo con la música de fondo, alguna que otra birra y, afortunadamente, algún que otro “tubo".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Kanami sang imo blog. Daw spaghetti.

Unknown dijo...

Genial. quiero viajar con mi familia. Viajar significa ver las culturas de cerca y darse cuenta que compartimos los mismos valores fundamentales y los mismos objetivos. Todos formamos parte del mismo planeta. Después del viaje, seguramente te mostrarás más tolerante hacia los demás y sobretodo hacia los extranjeros. Muchas veces tenemos miedo a lo desconocido. Por esto, afrontarás mejor las dificultades de la vida y los pequeños problemas del día a día.
Fuente: galapagos island tourist information