lunes, 13 de noviembre de 2006

Desventuras cántabras - Septiembre


9 de Septiembre de 2006

Hola a todos/as,

Aquí estoy, en Cantabria, en concreto en Noja. Me hospedo en un hotel de cuatro estrellas, jejeje; es lo que tiene ser guía y no caber en el mismo hotel que mis "chicos y chicas". En mi hotel, está alojado el quillo (no recuerdo como se llama), que fue nominado en la gala de los Oscar por su cortometraje; sí, ese que conocimos algunos en el festival de Obuxo hace ya tres años. Que casualidades de la vida ¿no?

Mis días aquí son un empezar y no parar. No descanso na' de na' payos/as, debido a que es mi primera ruta. Pero, bueno, la semana que viene me toca libertad total (casi). Ayer me fui de marchuqui con las chiquillas y chiquillos que curran en el hotel, bien majetas/es todos/as. Y, de recuerdo, una pulsera de Paula, para que no me olvide nunca de ella. Si es que por aquí la gente es un encanto.

Y, ala, que me enrollo y no voy a la cita. Seguimos con El dolor, de Marguerite Duras:

"Era entonces cuando mejor había conocido a ese hombre, X, cuando había captado para siempre lo que le hacía él, solo él, y nada ni nadie más en el mundo, que hablaba de la gracia particular de X aquí abajo, de la que le era propia y que le llevaba a través de los campos, la inteligencia, el amor, la lectura, la política, y todo lo indecible de los días, de esta gracia particular suya pero hecha de la carga igual de la desesperación de todos."

Joder, hoy me han llamado "algo muy grande" (no recuerdo la palabra exacta) de incultura. Me he acojonado y he pensado "que zarpazo (recordad que soy un oso) habré dado al diccionario o a la Ha. del Arte...". Pues no, era por no saber hasta hace bien poco (ayer) que Busta es de San Vicente de la Barquera. Alivio, alivio...

16 de Septiembre de 2006

Hola mis pequeños/as lectores de majaderos "correos eléctricos" de este Pibe chamacuelo,

Ya he regresado (lo hice ayer) de mi estancia cántabra. Esta semanita me toca descanso; pero, después, me toca currelar tres semanas seguidas. Buf… Ya os iré contando mis nuevas experiencias con mis queridos abuelotes, la mar de majetes, quillos/as.

Ya os conté que en mi hotel estaba Nacho (el del corto, de Obuxo, de los Oscar…). Estuve hablando un ratillo con él, dos noches seguidas, y está trabajando en una película. Joder, y se va allá, a Noja…

La última noche, me fui a tomar unas cervecillas para celebrar que terminaba ya la semanita de curro y para despedirme de esos quillos/as que ya me habían salvado en una ocasión de mis solitarias noches de frío hotel. Al final, después de dejar a Emilio, me animé a ir con Patricia, una quilla bien linda (fue ella la que, con ilusión, se ofreció a llamarme para salir de marchuqui el primer día), a pasear un ratillo por la playa bajo la luz que nos ofertaba la Luna. El último día para ver lo más bonito de Noja, una playa con la marea baja, de noche, y, en la penumbra, la silueta de las rocas que emergían sobre la arena conformando un paisaje casi onírico. Y, de regalo, otra pulsera, de recuerdo, de muestra de cariño y afecto, simplemente para portar algo de la otra persona como símbolo de haber formado parte de su vida, aunque hayan sido apenas unas horas.

¿Qué me depararán mis tres próximas semanas en Cantabria? ¿Deberé alargarme el brazo para poder llevar más pulseras? ¿Habrá alguien con quien poder tomar una cañita? ¿Serán los abuelotes igual de majos que éstos? Cuantas preguntas de las que no quiero respuesta… Eso sí, volveré a ver a los osos, y me sentiré uno de ellos. Y, ala, nos vamos para la cita de hoy, extraída, una vez más, de El dolor:

"Pertenecemos a Europa, ahí sucede esto, en Europa, ahí estamos todos encerrados frente al resto del mundo. A nuestro alrededor los mismos océanos, las mismas invasiones, las mismas guerras."

Y aquí os dejo con lo que aparentemente tan sólo son cosas que me pasan. Pero, las citas de libros hay que adornarlas, hay que acompañarlas de lindas historias que, sean o no ciertas (quien sabe si de verdad me pasó todo esto, o si viví algo parecido y prefiero adornarlo en un arrebato literario, o si es todo verídico al 100%, o si...), inviten también a llevar un poco más el Boogaloo en nuestras vidas.

16 de Septiembre de 2006

Hola mis chamaquitos/as,

Hoy en primer lugar, no una cita, sino una canción ¿Por qué? Porque es tremendamente buena, porque nos hace reflexionar, porque es una canción que me estremece al oirla. Y, que carajo, hay que dedicarla. Va para todos ellos/as:

TE RECUERDO AMANDA



(Víctor Jara)
Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la f ábrica
donde trabajaba Manuel.

La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, no importaba nada,ibas a encontrarte con él,con él, con él, con él…son cinco minutos,la vida es eternaen cinco minutos.

Suena la sirena,
de vuelta al trabajo
y t ú , caminando,
lo iluminas todo,
los cinco minutos
te hacen florecer.

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la f ábri ca
donde trabajaba Manuel.

La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada
ibas a encontrarte con é l,
con é l, con é l, con é l…
que parti ó a la sierra,
que nunca hizo da ñ o,
que parti ó a la sierra,
y en cinco minutos
qued ó destrozado.

Suena la sirena,
de vuelta al trabajo,
muchos no volvieron,
tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la f ábrica
donde trabajaba Manuel.

Aquí iba a meter una frase revolucionaria, pero la suprimo, para que la pongáis vosotros/as, ¡qué carajo!

Bien, y ahora, una muestra más de lo que significa tener el Boogaloo en vuestras vidas. Llevo tres días en que no paro de recibir sorpresas, regalos, que yo acepto con agrado, con cariño, con una eterna sonrisa para aquella persona que se acordó de mí, para toda la humanidad, que parece ser que aún tiene solución...

El Miércoles, contra todo pronóstico, me fui a ver a Silvio Rodríguez. Era demasiado para mí. Cuarenta y pico euros, ir solo al auditorio... La idea la abandoné en seguida. Pero, entró en escena una linda quilla, apenas conocida (a la que yo anteriormente, hace unos meses, le regalé el mundo, le regalé un destino de viaje, le regalé unos lapiceros de ilusión vital), para regalarme una invitación e ir con ella a ver a mi querido Silvio. ¡Santas Pascuas! ¿Cómo iba yo a rechazar algo tan maravilloso? Quilla, gracias, porque no me regalaste una entrada; no podríamos nunca estimar su valor económico, ni el concierto, ni siquiera que era Silvio... porque ese gesto, ese inesperado presente, viene a ratificar que seguir manteniendo el Boogaloo en la vida hace que, por las mañanitas, te sonría el sol.

El Jueves, sin plan para la tarde noche, mi paseo en la FNAC se convierte en un nuevo plan. ¡Olé! Allí está Sonia, con su eterna sonrisa, con su alegría de lechugas y tomates, invitándome a ir al cine. Vamos a ver Salvador. Muy buena. Desde aquí, desde uno de esos correos sin sentido que siempre mando, os recomiendo acercaros a ver esa película. Y, es hora de ir a regar las macetas, por si acaso los nabucodonosorcitos no saben todavía si coger sombrilla, paraguas o salir en mangas de camisa.

Y hoy, desde México con amor, cobra vida un muñeco esperpéntico. Es una especie de músico, con pelo largo, su guitarra... ¡y barba pintada! Jesús, vaya pedazo regalo "azteca" me has traído. Que razón tenían diciendo que me pegaba, que era idóneo para mí... es hora de disfrazarse de Riqui Martin y Enrique Iglesias a la vez, ponerme una tremenda peluca de pelo largo y salir vestido de cuero a manifestarme en contra de la captura de los osos.

Y, por fin, la cita. Es una cita que, en principio, parece absurda. Pero, al caer en mis manos semejante majadería, vi que estaba dedicada a mí, a una de esas absurdas ideas que forman parte de mi vida, y que suelo compartir, sea con clientes extrañados de bar, con recién conocidos/as de amanecer urbanita o con seres que comparten/compartieron momentos conmigo... Hoy toca T. Lobsang Rampa, El médico de Lhasa:

"Por desgracia, los occidentales me miraron como a un tipo extraño, como si hubiera que ponerme en una jaula, como una muestra fantástica de lo desconocido. Esto hizo preguntarme qué les sucedería a mis viejos amigos los yetis, si los occidentales se apoderaban de ellos como efectivamente lo intentaban.
No cabe duda de que el yeti sería matado a tiros, dise­cado y colocado en algún museo. Incluso entonces seguiría la gente discutiendo y dirían que no existían los yetis (el Abominable Hombre de las Nieves). Me resulta de una extrañeza increíble que los occidentales puedan creer en la televisión, y en los cohetes espaciales capaces de dar una vuelta en torno a la Luna y regresar, y sin embargo, no den crédito a los yetis ni a los «objetos volantes descono­cidos», ni a nada que no puedan tocar y hacer pedazos para ver cómo funciona."

Bueno, hoy el mensaje es extenso... pero, en Cantabria apenas tengo tiempo, así que hoy aprovecho a daros todo el mal del mundo.

19 de Septiembre de 2006

Hola mis pequeños/as chamacuelos/as,

Ya estoy de nuevo en tierras cántabras. Esta vez me han alojado en Santoña. Estamos más alejados de la mayoría de nuestras rutas; pero, carajo, este pueblo tiene vida: bares, gente en las calles, jóvenes "maquineros" de cresta oxigenada y chandal a puntito de decir "co" (¿Cómo dirán en Cantabria?), tiendas... Se agradece, payos/as.

Ayer, desapareció unos de mis yayetes. Una hora esperando y sin aparecer el tío. Bueno, tuvimos que regresar a Santoña, llamar a la policía (local y nacional, hay que joderse), llamar a hospitales (es diabético). Y yo, mientras, intentar hacer razonar a sus familiares para convencerles de que no se podía hacer más: se me querían marchar a Santander ¿Para qué? Eran ya las 11 de la noche y ¡tachán! llama su hija desde Zaragoza Conection para toda la Galaxia. El muy trúan está en la estación de ferrocarril, y se ha cogido un taxi dirección Santoña (previamente, la hija la ha indicado el nombre del hotel). Yo estaba ahí, despierto, en el hotel (esa noche me hospedaba en una pensión), y llega el tipo, me saluda y nada más...

Hoy, le pido una explicación. Mi teoría: se ha quedado "de juerga" confiando que tendría tren o autobús para volver a Santoña. Al ir a la estación y ver que no hay, pues llama a su hija y monta esta historieta ¿Qué sentido tiene, si no, tardar tres horas en llamar para enterarse del hotel? Su explicación (no me mira a los ojos), no es para nada convincente: "me despisté", dice. Y lo mejor: "si se vuelve a repetir no pasa nada". Bueno, yo estaba atónito, no podía creermelo. ¡No, no va a volver a pasar! Le he dicho... Para fliparlo, de veras. Pero, bueno, apareció y todo volvió a la calma y la tranquilidad.

Es asombroso, pero a los abueletes les mola mogollón lo de que lleve corbata con camiseta. Y, claro, me preguntan si tengo muchas, si llevo siempre, ¿de dónde salió la idea?, etc. Y cuando les cuento lo de mi disfraz de E.T. lo flipan, jajajajajaja.

Qué bien, he vuelto a visitar a los oso. Están en semi-libertad, pero bueno. Es lo que digo, ya que no están libres del todo, al menos, los tratan bien. Ya empezará la revolución osezna, ya... jajajaja ¡Osos libres!

Y, allá va, la cita del día (o de los días, mejor), de nuevo con Rampa y su Médico de Lhasa. Es extensa, pero muy interesante. Una visión peculiar de entender las cosas y que da mucho que pensar. Después del Yeti, ahora va con esto:
"Todo lo que usted se imagine que puede hacer podrá hacerlo por muy difícil y hasta imposible que resulte para el observador. Todo aquello que su imaginación considere imposible; será en efecto imposible para usted por mucho que su voluntad se esfuerce en conseguirlo. Piénselo de está manera: hay dos casas de trece metros de altura cada una, separadas por poco más de tres metros. Una plancha está extendida entre ellas de techo a techo. La plancha quizá tenga unos sesenta centímetros de anchura. Si quiere usted caminar por esa pasarela, su imaginación le presentará los peligros a que se expone: hace mucho viento y puede hacerle vacilar, algún nudo en la madera puede hacerle tropezar... y también le dice su imaginación que pudiera usted marearse, pero lo cierto es que sea cual fuere la causa, su imaginación acaba convenciéndole de que no puede usted cruzar de casa a casa sobre la pasarela. […] Sin embargo, si esa pasarela estuviese sobre el suelo no habría inconveniente alguno y pasaría usted encima de ella sin la menor vacilación. ¿Quién se lleva la victoria en un caso semejante? ¿La fuerza de voluntad? ¿O bien la imaginación? Repito que si se imagina usted que puede cruzar por la pasarela de madera entre las dos casas, podrá hacerlo con toda facilidad, aunque el viento sople con toda su fuerza o aunque la plancha tiemble, siempre que se haya imaginado usted que puede cruzar con seguridad […]
Es lamentable tener que llamar a eso «imaginación», porque —sobre todo en Occidente— ese término indica algo de fantasioso, algo de inverosímil; y, sin embargo, la imaginación es la mayor fuerza del mundo. La imaginación puede hacer que una persona se crea enamorada y así se convierte el amor en la segunda de las fuerzas del mundo. Lo podemos llamar imaginación controlada. Pero le llamemos como queramos, siempre debemos recordar que, en cualquier batalla entre la voluntad y la imaginación, ésta siempre gana. En Oriente […] confiamos plenamente en la imaginación controlada y obtenemos excelentes resultados […]
Este asunto de la imaginación controlada es lo más importante que puedan ustedes llegar a comprender y conviene dejarlo absolutamente claro. La imaginación controlada puede significar la diferencia entre el triunfo y el fracaso, la salud y la enfermedad […] Si persisten en lograr una cosa por la voluntad cuando la imaginación se opone, lo único que conseguirán será un trastorno nervioso . Y ésa es, en efecto, la causa de muchas de "las enfermedades mentales que hoy abundan. Las condiciones de vida de nuestro tiempo son dificilísimas y se pretende vencer a la imaginación (en vez de controlarla) oponiéndole la fuerza de voluntad. En el interior de la mente se produce un conflicto interno que puede afectar seriamente al sistema nervioso […] Mientras que la imaginación le dice que puede, la voluntad «quiere» realmente que lo haga. Esto significa triunfo completo. De modo que si desean ustedes que su camino por la vida sea fácil y agradable, como lo es para el oriental, olviden todo eso de la fuerza de la voluntad que no es más que una trampa y un engaño. Recuerden sólo la imaginación controlada".
Interesante ¿no? A mí me lo parece. Sólo espero que os guste y os invite a reflexionar un poquito. Sin duda es una manera curiosa de entender las cosas y que creo que puede aportar una visión un poco menos "occidental" para superar ciertas trabas.
Acaba de llegar una invasión de niños al ciber y no paran de gritar y de dar mal. Juegan a no sé qué carajo por Internet... Mejor, me las piro, jajajaja.



26 de Septiembre de 2006

Hola quillos/as,

Bueno, bueno, este ciber es horrible. Es el mismo desde el que os escribí el otro día. Como diría una quilla que le tengo un porrón de cariño (Cristinita va por ti): Es la muerte negra. Por cierto, quillina ¿Que pasó con esas fotos del barranco? ¿Se sabe algo? A ver si ha pasado como con el fiestero guayabero... De veras, parece el zulo ese desde el que trabajaban los freakys informáticos de Expediente X, todo oscurito él; pero, a ello, hay que sumarle unos cinco niños que juegan a no sé qúé carajo que no paran de chillar ¡Llevo la cabeza como un bombo! Cagon to...

El otro día conocí a una guía acompañante que era su primer viaje. Me acordé del mío, hace tan solo dos semanas, lo perdido que estaba en una tierra desconocida para mí, sin saber cómo eran las ciudades, pueblos, carreteras, el aspecto de monumentos que ibamos a visitar... Ella lo tenía más fácil: era de Asturias y había estado varias veces por Cantabria. A esto que le pregunto como se llama y, antes de que conteste, le digo que me olvidaré, que soy muy malo para los nombres, pero bueno... Y me salta: Laura. Joder, como para olvidarme. Le puse una cara, jajajaja. Na' luego le dije que me acordaría, claro que sí, y le desee toda la suerte del mundo. Jejejeje, a ver si nos encontramos por este mundo. Jajajaja, me pasa cada cosa...

Esta ves me ha tocado un conductor la mar de majete. Ayer de cervecitas con él, y hoy... otra vez, jajajaja. Santoña tiene vida... ¡Anda! En Piedrahita, barrio de Santoña, toca el Domingo Tony Ronald. ¡Concierto geriátrico para toda la Galaxia!

Mañana ya estoy en Zaragoza. Sólo hasta el Domingo, pero bueno, os veré a algunos/as un poquito

¡Joder, como chillan! Me voy un momento a por un hacha...

Para relajarme, la cita. Seguimos con Rampa y su Médico de Lhasa:

"Quizás el hierro crea que lo están torturando caprichosamente en el horno, pero cuando se convierte en una hoja de acero bien templada, piensa de otra manera."

Cita tremendamente buena, carajo. De veras que creo que tiene mucho que sacar. Disfrutadla, que merece la pena.

¡Cómo me quieren estos yayitos! Si es que ya empiezo a volverles locos a todos.

27 de Septiembre de 2006

Hola mis pequeños/as seres galácticos/as,

Aquí estoy, en el hotel de Santoña, escribiendo un mensajito para todos/as, mientras escucho el último CD de Cañaman (el único que puedo oír de ellos en la actualidad), un pedazo disco del carajo, quillos/as. Joder, como han evolucionado…

Bueno, bueno… mis últimos días en Cantabria me volvieron a sorprender, sobre todo la última noche. Estaba con Elías, el conductor del autobús de quien guardo un grato recuerdo, a puntito de ir a tomar algo a un bar que nos habían recomendado. Eran las 22.20 horas aproximadamente y veo un cartel: "Roy Loney (cantante de los Flamin' Groovies) & The Longshots" y le comento: "Joder, ¿y toca este tipo aquí? ¡Mierda! El concierto es a las 21.30 horas en la Sala Tropicana Club, que ni siquiera sé donde demonios está. Así que, lamentándome cual dramática plañidera, camino junto a Elías en busca del bar que nos habían dicho. Llegamos a citado bar, El Alba (ahora me acuerdo), y de repente se me ocurre preguntarle por la sala Tropicana. Le comento, asimismo, lo del concierto. El tipo, muy amable él, sale del bar y me indica cómo llegar. Además, me dice: ¡Bah! El concierto aún no habrá empezado… En realidad es a las 22.00 horas, puesto que la hora que había leído yo era lade apertura de puertas.

Elías me dice que vaya a mirar y se marcha a dormir. Yo acelero el paso.. buf, son las 22.35 horas. Ya estoy llegando, pero ¿Dónde está la sala? Le pregunto a un quillo, y después de señalarme el camino, decide llevarme en coche (son solo unos metros, pero así gano tiempo).

Llego a la puerta de Tropicana. El concierto ya ha empezado, son las 22.45 horas aproximadamente. ¡Bien! Está tocando la primera canción. Pago la entrada y me adentro en una hora y pico de diversión garajera… Termina el concierto y decido tomatme una cervecita antes de ir al hotel. Allí estoy yo, más solo que la una, como un freaky de tragicomedia de barra oscura de pub ¡Vaya situación! Se me acerca el batería del grupo y en un aceptable castellano se pone a hablar conmigo ¡Que majete el quillo! Brindamos y se marcha. Hoy estará tocando en La Coruña, creo.

Bueno, es hora de marchar. Salgo a la calle y… ¿Hacia dónde he de tirar? Decido preguntar. Claro, explico que soy de Zaragoza, que estoy currelando de guía en ruta, que patín, patán… ¡Venga, mañico, vente a tomar algo con nosotros al BBT! ¿Y por qué no? Pues allá vamos. Nada más entrar, Ramones, Franz Ferdinand, Jimi Hendrix, Los Chili, AC-DC, Jet, etc. Y mientras hablo de cuevas rupestres y montañas con un quillo la mar de majo.

Ya es hora de que marchen a Santander. Pero, claro, la cosa no puede quedar así. Tienen un grupo de música garajera, me cuentan. Pues como no… vamos a meter al Canch en escena. Eso, eso, hay que conseguir que toquen en Paraguaya Conection. Sí, en mi cartera ha asomado hoy un papel con dirección de Internet, un número de teléfono, un nombre… Lo conseguiremos, payos, tocaréis en Zaragustramen ¡Tú puedes Canch!

Hoy, Domingo, me querían venir a recoger a Santoña (desde Santander) para ir juntos a Torrelavega para ver a Jetro Thull (o como escriba), y después volver a traerme para Santoña. Era imposible, porque el concierto es a las 21.00 horas y yo llego a Santoña a las 20.30 horas pasadas. Pero, ¡vaya detallazo! Gracias compinches santanderinos, espero volver a encontraros por el mundo…

Y, como no, la cita de rigor. Seguimos con Rampa y su Médico de Lasha:

"Esta escena nos chocó porque nosotros nunca matábamos. Considerábamos un gran mal matar a una criatura cualquiera. En nuestros ríos del Tibet los peces se acercan a la mano tendida en el agua hacia ellos y la rozan. No temen al hombre y a veces se con­vierten en favoritos. Pero aquí en China sólo se les consi deraba como alimento. Nos preguntamos cómo podrían creerse budistas estos chinos si, de un modo tan evidente, mataban en provecho propio ."

No sé, creo que nos habla un poco de la incoherencia de ciertos actos… ¡Eh! Que no os voy a dar pistas, jejejeje.

Bueno, como os digo al principio, llevo aquí desde el Domingo. No sé porqué, pero intuía que este viaje iba a ser raro ¡Acerté! ¡Ah! Pero eso lo dejo para el próximo "correo eléctrico"

27 de Septiembre de 2006

Hola Tartarines de Tarascón,

Os escribo, una vez más, desde el hotel de Santoña, pero hoy me he puesto a Macaco y su Ingravitto. Un poco más abajo, más profundo, más enraizado en la Pachamama, un poco más elevado, más etéreo en las ondas tecnológicas…

Este viaje está siendo muy bizarre (¡ese Billy!). El Domingo salí de Zaragoza a las 6 a.m., con apenas dos horas de "dormitación lironiana". Bueno, fuimos hasta Alconchel a recoger a gente, con eso lo digo todo. Claro, para llegar a Santoña, una buena paliza de autobús. Primeras quejas: porqué hemos ido por ese camino y no otro. Mejor por Burgos, mejor por no sé donde… Buf, mal fario… Por la tarde a Santander: llueve (es la segunda vez desde que llevo viniendo a Cantabria –la primera fue en Liébana, algo más probable por su ubicación), así que se nos joroba bastante la visita.

Pregunto, al llegar al hotel, por mi ropa. La había dejado para que me la lavasen. Pues nada, hasta mañana (me refiero al Lunes), no la tendrán. Eso significa utilizar la misma camiseta. Afortunadamente, traje más ropa interior por si acaso; si no, ya me veo dándole la vuelta a los "calchones", jajajajaja. Y esta mañana, se olvidan despertarnos los del hotel. Otra vez a dar explicaciones… Joder, estos de recepción que despistados son.

Hoy, de mañanita (que intenso, carajo), se ha caído una abueleta por las escaleras. Al principio, no le duele na' de na'. Decide venir al Parque Natural de Cabárceno, donde están los osos, los lobos, los elefantes… en semi-libertad ¡¡¡¡¡Osos libres ya!!!!! Nada más llegar me dice que se marea, que le duele mucho el brazo, que no puede moverlo… ¡Olé! A solucionarlo. Llamo al seguro, gestiono… se la llevan a Torrelavega en taxi a un hospital.

Y, mientras pasa esto, se me acerca un abuelete y me comenta un pequeño percance que le ha ocurrido con una máquina de oxigeno que necesita para la habitación del hotel por las noches. Claro, se la han dejado en Noja (en un principio ibamos a ir a dormir allá) y se niegan a volver a desplazarla. Necesito un respiro, quillos/as. Hablo con mi compañero, Manolo, que está alojado en Noja y seguidamente con el "servicio médico" de Santander. Lo soluciono: mi compi la trae con el autobús por la tarde a Santoña.

Ah, pero aún hay más. Aparece en escena, mientras estábamos en Cabárceno todavía, la cartera de una quilla de Zaragoza que vive en Madrid. Se llama Vanesa Giménez, seguro que alguno/a la conocéis (decidle que está en buenas manos, jejejeje), que el mundo es un pañuelo. Miro sus tarjetas de banco para llamar y poder contactar con ella. Al final lo consigo. Ella en Madrid, yo en Cantabria de lado a lado… Solución: Se la mandaré por correo certificado.

Después de comer, trabajo en la habitación con el ordenador. He de irme corriendo a Correos para mandar la cartera ¡Mierda! Abren sólo por la mañana ¿Pero que correos de vagos es éste? La llamo y le cuento el plan. Espero poder enviarla el Miércoles. Jospes, me preocupo porque la pobre está indocumentada, sin tarjetas (entre ellas la de la Seguridad Social), e inquieta, como ella misma me ha señalado.

Marcho al paseo marítimo. En el otro autobús (esta vez somos tres) está Arantxa (Sergi, creo que la conoces), a quien conozco de la facultad de cuando hice Hª del Arte. Me acompañan al hotel para dejar la maquineta que, como pesa un porrón, lleva ruedas. Vaya imagen: yo, por Santoña, arrastrando una máquina de oxígeno mientras mis compis de curro se ríen de lo rápido que me está tocando aprender. Y, Rafa, del hotel se queda flipado y se ríe de todo lo que me pasa. La solución: hacemos una Euromillón de esas y la pasamos por mi chepa, jajajaja. Quién sabe, igual acertamos y todo (la idea, por una vez, no ha sido mía). Ya empiezan a intuir que en el terreno laboral (como en otros ámbitos), soy un poco gafe o me pasan cosas muy raras…

Como he señalado, ya es por la tarde, y viene la mujercita. Ya le han puesto bien el hombro, pues se le había salido. Dentro de lo malo, pues lo menos malo, pa' que vamos a engañarnos.

Regreso a mi cuarto. Sigo trabajando en unos archivos de Word para, portados con mi lápiz de memoria, fotocopiarlos hoy sin falta. Termino a las 7 p.m. aproximadamente. La copistería cerrada ¡Joder! Voy a otra que está en las afueras, en el polígono industrial. Bueno, lo mío no es normal. Le da error y no pueden fotocopiarlo. Ya, desesperado, son las 8 p.m. y tengo que matricularme por Internet (antes de cenar a las 9 p.m.), voy a un ciber. Sí, me lo van a imprimir. Se confunde y lo hace en color… Pues, claro, el cartucho de color, como no podría ser de otra manera, se termina (al menos se ve, clarito y con color magenta, pero se ve), como diciéndome: ingenuo que creías que ya lo tenías…

Por fin, pienso, ya puedo matricularme. Voy al bar que tiene zona WI-FI gratis. Intento matricularme. ¡Ay, tontorrón! Obviamente, el servidor de la Universidad de Zaragoza falla ¿Cómo voy a poder hacerlo a la primera? Pues, ala, aprovecho y miro el correo… Las 9 p.m. Tengo que irme a cenar pitando.

Después de alimentarme, regreso al bar del WI-FI y preparo el correo que os acabo de mandar con anterioridad, pues faltaba introducir la cita, despedirme… Lo tengo ya escrito del todo y, justo al ir a darle al botón "send", no podía ser de otra manera, se acaba la batería y se apaga el ordenador.

Ahora, aquí estoy, contando mis nuevas peripecias. En sólo un día y medio, todo esto ¿Cómo acabará el viaje? Miedo me da…

Y la cita de hoy, pues una canción. En este caso toca el turno de Macaco. Lo malo es que no tengo el libreto con las letras aquí (lo ten en Zaragoza, claro), así que la escribiré mientras la escucho. Sí, habrá erratas, palabras mal escuchadas, libre interpretación de los signos de puntuación; pero, que carajo, queda la esencia ¿no? ¡Es tremenda! Es que me parece inmensa en su sencillez. Ojalá se hiciese más caso a nuestra querida Pachamama…

Hay una cuestión de…
yo diría
como es… de amor a la Tierra, no.
Es decir, que somos parte de las raíces,
de donde nacemos
Entonces, pensando en esto
Se nos ocurre una canción

Qué difícil cantarle a Tierra Madre,
que nos aguanta y nos vio crecer
y a los padres de tus padres
y a tus hijos, los que vendrán después.
Si la miras como a tu mama,
quizás nos cambie la mirada
y actuemos como el que defiende
a los suyos y a los que vienen con él.
La raíz de mis pies yo sentí,
levante la mano y vi
que todo va unido,
que todo es un ciclo:
la tierra, el cielo y de nuevo aquí.
Como el agua del mar a las nubes va,
llueve el agua y vuelta a empezar, oye:

Grité, grité, no, no, no lo ves,
va muriendo lentamente
Mama Tierra, Mother

No se trata de romper ventanas,
ni farolas, ni de caras,
mejor romper conciencias equivocadas, oye.
Nadie nos enseñó ni a ti ni a mí,
nadie nos explicó ni a ti ni a mí.
Mejor aprender, que corra la voz
y quizás conseguir…
Bombeando Tierra Madre dice
Bombeando Tierra Madre te dice: basta
Bombeando, bombeando, Tierra Madre escuché.
Bombeando Tierra Madre dice:
Ponte en pie
Bombeando ponte en pie
Bombeando Tierra Madre dice:
Ponte en pie, mírame.

Grité, grité, no, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama Tierra, Mother

Oh, mama reclamó,
se la pagan, la llamó.
Y esto no es de hoy,
de tiempos atrás:
décadas degradando.
Ya mama reclamó
se la pagan, la llamó,
se la venden hoy.
De lo que fue a lo que es hoy,
magnifican sus latidos, voy.

Llaman, llaman, mama tierra llaman.
Ya que las manejan sin plan,
demasiadas cavan,
otras secan,
luego, frutos no dan.
Llaman, llaman, Mama Tierra llaman
Oídos sordos, les hacen mal,
miradas se tapan,
contaminan hasta que eliminan.

Grité, grité, no, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama Tierra, Mother

Hay una cuestión de…
Yo diría, de amor a la Tierra.

No se puede objetar nada ¿eh? Me encanta, para que se enteren estos/as rojillos/as radicales de lo que vale un peine:

"No se trata de romper ventanas,
ni farolas, ni de caras,
mejor romper conciencias equivocadas, oye".

Sí, porque es verdad, porque ya está bien de ir haciendo el mameluco por ahí en lugar de defender coherentemente unas ideas, en lugar de expandir las opiniones como verdaderamente hay que hacerlo: hablando. Esa es la verdadera revolución, la de las palabras, la del corazón, la del interior, y no la de los borregos hacinados en estupideces mentales injertas por supuestas cabezas pensantes de barraca de feria. Ya está bien de tanta mezquindad, de tanta estupidez de consumidor de panfleto, y de tanta "sabiduría": me cansé de leer eso de "Expoculación", eso de "Expo, no, porque es especulación"… No me jodas ¿Y no especularon para crear el carril-bici? ¿O para las viviendas de protección oficial? ¿O para el parque bien verde que hay debajo de tu casa? Prefiero comprarme un oso de peluche, de verdad.

No solo está el cuidado de la Pachamama. También, la nueva "venta" que se produce en cuanto a la necesidad de poner un psicólogo en tu vida, el excesivo poder del dinero por encima de todo, la individualización a que nos somete el sistema, la competitividad del capitalismo… ¿Y el humo de los coches no mata? ¿Sólo lo hace el del tabaco? Y lo más importante, la imperiosa necesidad de que los osos sean libres ¿qué ha pasado con este otro que ha desaparecido? ¿También lo han matado como hicieron (por mucho que lo oculten) con Paloma?

Bueno, para cerrar este caótico correo, me pongo a los Elefantes, que están que se salen… "Porque tú me haces soñar…"

Esta vez quiero debate, jaajajaja. Si es que me encanta ser un pendejo del carajo…

Si ya sabía yo... hoy una nueva "maldad" en el viaje; pero, esta vez, vivida por mí. La alergia, carajo. Por lo visto, y afortunadamente (es comida de osos por estas fechas), las gramineas salen, por la zona de los Picos de Europa, por estas fechas. Claro ¿A qué planta le tengo una alergia del periquete? Pues a las gramineas. Soy un oso desgraciado que no puedo comerlas; menos mal que hay manzanas... Bueno: llorando, estornudando, tosiendo... Y, claro, empiezan los sudores de la muerte, los escalofríos, el cansancio... Ala, nada más llegar a Santoña a la farmacia a comprar pastillitas incoloras.

Sigo sin poder matricularme por Internet. Maldito invento del carajo...

28 de Septiembre de 2006

Hola de nuevo,

Este viaje estoy muy activo con los correos eléctricos ¿eh? Y es que no me paran de pasar cosas. Y, la verdad, es que en este viaje son bastante seguidas y, la mayoría, no muy buenas.

Al final, pues no he podido matricularme yo. ¡No te jode! Menos mal que tengo a estas Isabelitas en Zaragoza que tanto me cuidan y me quieren que si no… Gracias, Isoide por matricularme. Te debo ¿una cena? Por lo menos… Lo malo, pues a pagar y esperar a ver si me conceden una beca que, al menos, sí podré entregar en mano…

Además, y esto si que es una putada, hoy me han llamado para una entrevista de trabajo que me interesaba un montón. Pues, claro, al estar aquí y, como a "ellos" les urge, no pueden esperar al sábado y me quedo sin posible curro. No, si lo mío… Nada, nada, que tendré que seguir con mi incertidumbre laboral de siempre. Ya casi hasta me estoy acostumbrando, ¡cachis riau!

Y, para colmo, aún tengo que aguantar a personas de Zaraguaya que me dicen que tengo mucha suerte. Sí, tienen razón, mucha suerte, pero de la mala ¡Carajo! Tendrían que leer mis mensajes para darse cuenta de mi súper suerte, no te joroba…

Y, sí, también sé mirar las cosas buenas… ¿Os acordáis de la quilla que ha perdido la cartera? Pues nada, ya he podido mandársela por correo urgente y certificado. Claro, después de llamarnos, de tanto sms, pues ya me cae hasta bien, jejeje. Así que me ha pedido mi e-mail para messengearnos (vive en Madrid). Jejeje, voy a tener una compinche internauta, yiiiihaaaa! Me recuerda la temporada de los compinches telefónicos alicantinos (ese Ponfrik, la Jou, Raqui…), y que posteriormente conocí.

Buf, y creo que tengo un grupillo de unos seis u ocho que no me tienen mucha estima. Creo que no me pondrán muy bien en las encuestas. Ayer, después de rozar la muerte con la alergia (que malo me puse, de veras), fui a la farmacia y me compré mis pastis. Hoy, claro está, he bajado a desayunar mucho mejor. Se me ha atascado la tostada en la tostadora, así que he cogido un tenedor para sacarla. Pues una mujer de este grupo me suelta: "Ten cuidado, no te vaya a dar alergia esto también", con una entonación la mar de irónica y despectiva. ¡Mal rollito, coleguita!

Por otra parte, el resto del grupo es genial. Tengo dos abueletas que quieren casarme, la una con su hija y la otra con su nieta, jajajaja. La de la hija es tremenda, pues todos los días nada más verme me hace sonrojar: que guapo eres, que elegante estás, que simpático… Y, por el día, empieza a decir cosas como: yo hago caso al guía, a Christian, que como pronto será de la familia… Nada, nada, menos mal que no bebí de la fuente de los 7 caños allá, en Covadonga, que si no… ya me veo con una suegra ye-ye conocida en una ruta por Cantabria, jajajajaja.

Madre mía. Ya os he comentado más arriba lo del grupete amotinado. Esta tarde se me han quejado de la hora de salida hacia nuestras excursiones. He estado por decirle que, ya que sabe tanto, que nos organice la tarde ella ¿no? Al final, y ya que soy muy educado, he decidido explicar las razones de los horarios, pa' que se calle. A pesar de ello, al regresar al autobús la he pillado "metiendo caña" en un grupo de abueletas súper majetas. ¡Grrrrr! ¡Esta gente es lo peor!

Por cierto, espero que nunca sea presi del Gobierno un cántabro. Todas las iglesias conservan su plaquita de "Primi y sus caídos". Y, hoy, unos turistas han leído algo así como: este puente ha sido restaurado a causa de los daños causados por las hordas del bando rojo… (o algo parecido). Bueno, y pa' que hacer mención de la estatua ecuestre de nuestro generalísimo… ¡Tengo miedo! Como diría esa quilla de las Cacao Maravillao…

Hoy me he comprado La Dolce Vita pa' tener cine en Santoña, que si no las nuites se hacen, a veces, un poco pesadas y solitarias.

Jajajajaja, ahora me acabo de acordar. He conocido a una guía local que trabaja en Cabárceno también (la había visto allá con anterioridad), y estaba en Castro Urdiales con unos guiris que entendían el castellano; pero, eran adolescentes y ya no sabía de que hablarles. Y yo le he dicho: háblales de los osos. Saca cualquier excusa y les cuentas cosas de los osos. Se ha reído y me ha dicho: Pues no es mala idea, aunque aquí… Da igual, da igual, le he dicho, que los osos molan, jajajaja. Se me va la pinza, quillos/as.

Me voy a cenar y a ver al gran Fellini ¡Vaya lujo!

29 de Septiembre de 2006

No, no, quillos/as, si es que este viaje no deja de depararme sorpresas. ¡Es genial!

Hoy, sin ir más lejos, hemos ido a Fuente Dé. Al llegar, estaba nublado, pero se veía la caseta de arriba y parecía que se levantaban las nubes. Pues, claro, he comprado los billetitos, y en ese corto período de tiempo (¿tres minutos?), se ha nublado del carajo. Unos nubarrones... Y yo con los billetitos en la mano. Claro, hemos subido y no se veía na' de na'. Pero, bueno, eso es probable que pase, ejem...

Lo raro estaba por llegar. Situación: Santo Toribio de Liébana, después de un día ajetreado y un sin vivir de recorrido. El autobús se pone en marcha y, a los dos minutos, empieza a chillar un grupete de cuatro abueletes: ¡Que cae agua! No me jodas... el aire acondicionado regando a cuatro pasajeros... ¡No me jodas! Ahí estaban, con pañuelos, toallitas, protegiéndose de la "lluvia" interior del autobús. Y encima me piden explicaciones a mí. Claro, entiendo tanto de autobuses y sus posibles reparaciones...

Y, ahora, mietras escribo este mensajito, me llama el jefe; Christian, que te lleves la maleta que la semana que viene te vas a Isla ¡NOOOOOOOOOOOO! ¡Pero si eso está muerto! ¡Con lo bien que estoy en Santoña! ¿Tendré allá algún sitio con WI-FI? O, al menos, algún ciber donde poder enviar los mensajitos previamente escritos... Ya intuyo que me han jodido... De verdad, eso sí que no, a Isla en estas fechas no... Nada, nada, que tengo una pedazo suerte...

Por cierto, Vanesa: Bienvenida, jejejeje. Ya verás, ya, acostumbrate a los mails más majaderos de la Galaxia.

Creo que me voy a llorar, jajajaja. Por cierto, vaa reivindicación osezna he hecho hoy. ¡Buah! Hasta he levantado el puño en plan revolucionario: Soy el Che Guevara de los osos, jajajaja. Tenía al conductor acojonado, jajajaja. No tengo remedio...

Hoy sí que hay cita. Esta vez nos vamos al cine y es que, como las veo en VOSE, sigo dentro de mi criterio establecido. Nos adentramos en el mundo de Fellini en concreto en La Dolce Vita :

"Creo que si uno vive intensamente,
en plenitud espiritual...
cada instante parece un año y cada
año rejuveneces cinco años".

Y mañana a Suances, Santillana del Mar y Torrelavega. Está claro que yo he de quedarme en la Playa de los Locos, con los surferos tarados de las playas cántabras, algún aficionado a la halterofilia y un vendedor de periódicos a la antigua usanza...

No hay comentarios: